Damos un salto en el
tiempo hasta diciembre de ese 1893; nuestro personaje sigue en la prisión de la
capital y protagoniza un segundo intento de fuga tras el de Montalbán; nos da
la noticia de nuevo “El Eco de Teruel”:
“El martes último, recibió por el correo el Sr.
Director de la cárcel un anónimo, en el que le notificaban que en la casa se
tenía preparada una fuga de presos, todos de penas graves, dirigida por «Greñicas»,
y que al fugarse tenían el propósito de atentar contra la vida del director y
vigilantes. Tomadas inmediatamente las disposiciones convenientes para indagar
si el anónimo podía tener algún viso de verdad, se hizo una requisa, de la que
resultó que el precitado «Greñicas» y otros presos por graves condena tenían
casi por completo serrados los barrotes de los formidables grillos que llevaban,
deduciéndose por todo lo demás, que la evasión hubiera sido inmediata a no ser
por la oportunidad del anónimo”.
Total, que gracias a
sus fugas o intentos, periódicamente es noticia el montalbino. Por la siguiente
noticia, publicada por “El Correo de España”, el 1 de julio de 1894, sabemos
que logró fugarse dos meses antes pero fue de nuevo atrapado:
“El preso que se fugó de la
cárcel de Almadrones el día 10 de mayo y que se halla en la actualidad en la se
Sigüenza se llama Juan Espes Rubio, natural de Montalbán (Teruel) y tiene
pendientes varias penas, entre ellas una de cadena perpetua, otra de treinta
años por robo y asesinato y se ha fugado de la colonia penitenciaria de Melilla
y de diferentes cárceles. ¿Qué extraño es que se fugara de la de Almadrones? Lo
que si admira es que, dada su pericia y práctica, se haya dejado coger”.
Lo gracioso es que
alguien aprovechó la noticia de la fuga del “Greñicas” para intentar
aprovecharse del miedo que su nombre transmitía y conseguir dinero... y
mujeres. Este suceso que narra “El Eco de Teruel” se produjo apenas una semana
después de su fuga.
“El día 17 del actual se
presentó a D. Lucas Quílez, en Montalbán, el vecino de Plou Jaime Ferrer (a) «El
Cojo», quien exigió en nombre del célebre criminal «Greñicas», no solo la
respetable cantidad de 3.000 duros, sino lo que más gracia tiene, de que le
fueran entregadas dos chicas, las que en unión del dinero debían ser entregadas
al «Greñicas» y su partida, compuesta de 9 individuos uniformados y armados,
que esperaban en el barranco del Infierno.
“Lo relatado llevó la alarma
a los pacíficos vecinos de Montalbán y en especial a las mujeres, que desde
aquel momento se veían amenazadas de una especie de tributo parecido al de las
cien doncellas; mas la Guardia Civil que tuvo conocimiento de los hechos se
encargó de depurarlos, haciéndolo con tal acierto y rapidez, que a los pocos
momentos quedó desecha la burda trama, urdida para robar a D. Lucas Quílez, y
su autor, Jaime Ferrer, fue entregado a los tribunales de justicia, en los que
encontrará lo que merece por su proceder criminal”.
El que la sigue la
consigue... devuelto a Melilla, vuelve a aparecer en los periódicos por “lo de
siempre”. “El Eco de Teruel” informa del hecho, que sucedió la tarde del 4 de
octubre de 1895:
“La fuga del célebre criminal
«Greñicas», del penal de Melilla, tiene bastante preocupados a los propietarios
de muchos pueblos de los partidos de Montalbán y antiguo de Aliaga.
“Las autoridades y la
Guardia Civil redoblan sus pesquisas por si pudieran nuevamente presentarse por
aquel territorio, teatro de sus temibles hazañas, el terrible bandido que tanto
dio que hacer años atrás”.
Y las reacciones no se
hicieron esperar. El 27 de diciembre de ese año, denuncia “Siglo Futuro”,
aunque dice que no se había fugado sino que estaba en libertad, error que rectifica la prensa turolense a una información similar, como vemos en la foto de debajo:
“Ha empezado a cometer nuevas
fechorías en la provincia de Teruel el bandido «Greñicas», que hace poco salió
del presidio de extinguir una larga condena”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario