"La Gaceta del 16 de diciembre de 1855 reseñó la inauguración de la fuente de la plaza del Torico. |
1858, y no 1855. En todos sitios, desde la crónica oficial de la ciudad
hasta la Wikipedia -de donde se extiende a portales viajeros, guías turísticas,
blogs...- se afirma que la fuente de la plaza del Torico que conocemos data de
1858, cuando se inauguró tres años antes.
No es el único error que se repite sobre nuestro emblemático
obelisco, explican que se trasladó a su ubicación actual al ser reemplazada,
cuando en realidad la fuente se erigió en su primitivo lugar (frente a Muñoz Degrain,
casi en la salida al Tozal), para ser desmontada y recolocada donde la vemos
ahora nada menos que ¡30 años después!, en 1885.
Es casi un dogma. Leo en un libro de
amplia difusión en el pasado, la guía del Editorial Everest dedicada
a Teruel (Santiago Sebastián, 1972): “El actual monumento data
de 1858 y vino a sustituir a otro, más bello, realizado en el siglo XVI” (pág.
30). Me parece plausible el que dicho "monumento más bello" -recreado por el desaparecido artista turolense Pascual Berniz-, como he leído en algunas
webs, fue reemplazado por dos veces antes de erigirse el que hoy conocemos.
La prensa digital es un valioso testimonio sobre cómo era la
realidad de nuestros ancestros, y desmontar la
tesis imperante que data en 1858 el nacimiento del “torico” y su fuente.
La noticia de la inauguración aparece publicada en “La
Gaceta” -antecesora del Boletín Oficial del Estado (BOE)- el 16 de diciembre de
1855, noticia que reproduzco arriba. También se hace referencia al cólera, ese año
dicha enfermedad causó estragos durante el verano; la cifra de fallecidos se
cifró en más de 4.000 en la provincia.
En ese tramo final de 1855 no se editaba en la capital
ninguno de los periódicos que al poco proliferarían como setas, por suerte al
año siguiente nació “El Turia”, y en uno de sus primeros números nos desvela con fina ironía,
cuando ya han transcurrido dos meses y pico de la inauguración:
La fuente nació con polémica: no tenía agua ("El Turia", 20 de enero de 1856). |
Unos días después la cuestión sigue igual, dice el 31 de
enero de 1956:
“Cada vez que pasamos por delante de la fuente del Mercado nos
preguntamos: ¿cuál será el inconveniente que hay para que no dé agua? ¿Se puede
vencer? ¿Y por qué no se vence?”.
Traslado en 1886
Traslado en 1886
Ignoro cuando comenzó a
cumplir la fuente con su función de dar de beber al sediento, pues no encuentro
nada sobre este asunto, ni sobre la propia fuente, hasta exactamente el día en
que cumplía 30 años. Corre el 11 de noviembre de 1885, y “El Ferro-carril”, uno
de los al menos ¡cuatro! periódicos! que se publicaban en la capital, adelanta
la posibilidad del traslado de la fuente a un nuevo emplazamiento. Tras quejarse por
una larga zanja que llevaba 17 días abierta en la plaza, dentro de las obras de
adoquinado, el redactor termina:
“Dícese también que la fuente y el torico los quieren trasladar al
centro del Mercado.
“¿Lo han pensado bien los señores? Porque es muy fácil descomponer
una obra bien hecha: lo difícil es dejarla mejor que estaba”.
La remodelación de la plaza fue
adjudicada el 21 de junio anterior, con un presupuesto de 20.589 pesetas; hay
que esperar hasta marzo del siguiente 1886 para que la fuente deje
definitivamente su emplazamiento original. A falta de fotografías, que yo sepa
(sí las hay del punto donde "no" estaba la fuente), por suerte fue
inmortalizado por Salvador Gisbert en un cuadro. Leemos en el “Diario de Teruel”, que el
día 3 de dicho mes:
“Aunque no con la rapidez que fuera de desear, adelantan bastante
las obras del Mercado.
“La fuente ha sido desmontada y creemos que esta semana, la
veremos en el nuevo sitio que se le ha destinado, y una vez colocada, el
adoquinado podrá terminarse en breve tiempo”.
Este periódico hace un
seguimiento del traslado de la fuente: el viernes 5 de marzo anuncia el inicio
del montaje de la columna de la fuente en su nuevo emplazamiento. Del sitio
elegido para ubicarla describe que es “frente
a la calle de Hartzembusch, donde se halla ya emplazada la escalinata nueva,
más espaciosa y de mejor gusto que la que existía”.
Dos días después, 7 de marzo, da
cuenta del contenido de una cajita de plomo que apareció en los cimientos del
emplazamiento original, que nos aproxima a la fecha en la que se iniciaron las
obras de la fuente treinta años antes y que se dieron por concluidas el 11 de
noviembre de 1855. Junto a monedas, manuscritos y escritos alusivos, un Boletín
Oficial del 29 de junio de dicho año, y un ejemplar de “Soberanía Nacional” del día
26.
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